
Así es el pan de las 6:00 a.m. para el CEDI de Totto
Semilla y fruto es la fundación de Totto que capacitó a familias de escasos recursos en panadería para mejorar su calidad de vida.
Hay experiencias emotivas en la logística que se mantienen en el anonimato, hasta que alguien las descubre.
Quisimos conocer un poco del ecosistema logístico de una de las empresas más queridas en el mercado de las maletas, accesorios y vestuario y nos llevamos toda una experiencia de servicio social.
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Misión por la educación
Las operaciones del CEDI de Totto en Mosquera se mueven al compás de colaboradores comprometidos con el tiempo, la autogestión de los procesos y el pan que todos los días, a las 6:00 a.m. llega recién horneado para brindar ese empujoncito extra que los motiva a entregar la milla extra en cada una de sus labores.
Pero este pan tiene un sabor particular y es el del trabajo de varias familias panaderas al sur de la Capital, capacitadas por Totto para obtener un ingreso y permitir que sus hijos tengan la posibilidad de estudiar.
Totto al tablero
Desde “Totto al tablero” un programa de atención a los niños y jóvenes entre los 8 y los 17 años del barrio Casuca en la localidad de Soacha, Totto le apostó al fortalecimiento de la educación desde el acompañamiento en áreas de estudio en etapa escolar, música, arte, danza y otras actividades. Sin embargo, el aumento en la deserción de los niños, llevó a esta compañía a cuestionarse los motivos de dicha inasistencia.
¿La razón? Sus familias al carecer de un sustento económico estable, debían buscar alternativas laborales por lo que la educación pasaba a un segundo plano.
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Semilla y Fruto
De este modo, nace Semilla y Fruto, un programa de Totto que dispuso la utilería e insumos de cocina suficientes para desempeñar labores de panadería a la par de la capacitación a estas familias de escasos recursos para que sus hijos pudieran volver al aula de clases.
De este modo, y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estas familias, se integró todo un ecosistema social sostenible.
Inicia con en el aprovechamiento de la educación de los niños y jóvenes, hijos de padres, cabeza de hogar, que ahora obtienen una fuente laboral, amasando el pan para los más de 300 empleados del CEDI de Totto en Mosquera, quienes a su vez, disfrutan diariamente de un producto fresco, recién horneado y una bebida caliente para iniciar las labores de preparación y alistamiento de los pedidos a nivel nacional.

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